lunes, 5 de julio de 2010

Gerard habla del partido Paraguay-España


Algunos le llaman Piquebauer, y hay razones de peso para la comparación del defensa central de la selección española, con el mítico zaguero alemán, Franz Beckenbauer. Con sus 192 centímetros Gerard Piqué es todo un bastión en la línea de contención de España y de su club, el FC Barcelona, donde ya ha dado unas cuantas lecciones magistrales. Pero Piqué sólo tiene sólo 23 años y, por supuesto, mucho que demostrar y ganar para entrar en el olimpo de dioses futbolísticos donde se sitúa el germano.

De momento, él ya está haciendo historia con la Roja, al clasificar por primera vez en la historia para las semifinales de la Copa Mundial de la FIFA. Aún así, tras la victoria ante Paraguay en cuartos, los jugadores españoles se retiraban con semblantes bastante serios. “Aún hay caras de tensión porque ha sido un partido muy duro. Ya lo celebraremos en el hotel cuando nos relajemos”, reconocía Piqué al micrófono de FIFA.com.

“Paraguay nos ha planteado un partido muy complicado. Se han cerrado muy bien atrás y han tenido sus ocasiones y el penal. Pero a partir de ahí yo creo que hemos dominado el partido, creando nuestras ocasiones y a pesar de fallar el penal hemos logrado meter el gol y ganar”, resumía el defensa.

Ciertamente la selección guaraní fue un rival correoso e implacable con la Roja. Óscar Cardozo y Nelson Valdez fueron una pura pesadilla para la zaga española y Piqué se desesperó por momentos hasta el punto que cometió un penal algo infantil para parar al delantero del Benfica. Menos mal que el portero Iker Casillas estuvo inspirado para enmendar el error de su compañero. “Hoy ha estado brillante, ha sido el hombre del partido. Ha detenido el penal y ha hecho dos paradas impresionantes al final. Es un privilegio tener a Iker, siempre sabes que te va a salvar”, alababa la camiseta número 3 de España.

A por Alemania
Pasado el mal trago, el trepidante ritmo de Sudáfrica 2010 ya obliga a mirar adelante, y dejar festejos para más adelante. Es hora de concentrarse y preparar el histórico duelo de semifinales, ante un rival de renombre: Alemania.

“Es un gran equipo, con grandísimos jugadores. Va a ser muy complicado pararles porque vienen en racha y motivadísimos por sus contundentes victorias ante Inglaterra (ndlr: 4-1) y Argentina (4-0). Nsotros también llegamos muy bien. Hemos demostrado que somos fuertes en defensa, no hemos recibido ningún gol en los dos últimos partidos. Pero será un encuentro complicado”, analiza Piqué para FIFA.com.

El encuentro de semifinales que se disputará en Durban el miércoles 7 de julio será una reedición de la final de la Eurocopa 2008 en la que la Roja se impuso a la Mannschaft con un gol de Fernando Torres. El Niño todavía no se ha estrenado como goleador en Sudáfrica, ¿se estará reservando? “Seguro, seguro que va a marcar en este mundial. Ojalá pueda ser en semifinales”, dice su compañero, que al igual que el resto del vestuario defienden fieramente al delantero del Liverpool.

Mientras, el equipo sigue adelante tirado por la magia de David Villa, que ha marcado 5 de los 6 goles de la Roja en este torneo. “Cuando un delantero está en racha, lo mete todo. Ante Paraguay ha sido un claro ejemplo. El balón fue dos veces al palo y en otras circunstancias se hubiese salido pero David la ha colado”.

Piqué no ve en la cita con los germanos ninguna ocasión para la venganza, la revancha o el desquite: “Hay jugadores nuevos que no jugamos aquella final de la EURO tanto en un equipo como en el otro. Así que seguro que va a ser un partido distinto pero intentaremos ganarlo”.

Pero para ganar, ante el apabullante ataque alemán, la selección española tendrá que pulir ciertos aspectos. “Debemos controlar mejor los partidos. Hay fases en los encuentros en los que nos dominan y ahí sufrimos. Por lo demás, nos queda la cuenta pendiente de estar más acertados de cara a gol. Nos está costando marcar. Hemos ganado los partidos solo por un gol. Necesitamos más contundencia de la gente de arriba, necesitamos más goles”, considera Piqué que se ha dejado la piel, literalmente, en este torneo. Si en el gol que España encajó en el debut ante Suiza, el zaguero recibió un golpe por el que recibió varios puntos en la ceja, ante Honduras se partió el labio frenando a un delantero rival.

Puntos de sutura y sangre por la gloria mundial. “Nuestra intención es seguir haciendo historia. El objetivo es ganar el mundial. Nos iríamos con sabor amargo si nos quedamos a las puertas”, reconoce el central

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